Según el boletín “Género y empleo: impacto de la crisis económica por COVID-19”, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), casi 1,3 millones de personas dijeron que la razón principal para no buscar trabajo durante el peak de la pandemia (trimestre mayo-julio 2020), fue el propio coronavirus.
El estudio, que se elabora a partir de los resultados de la Encuesta Nacional de Empleo, reveló que las personas que no buscaron trabajo por razones de cuidado y quehaceres domésticos registraron una variación anual de 172%. Y en el caso de las mujeres fue peor, alcanzando un 593%.
Durante el año pasado, las actividades económicas donde hay una mayor ocupación femenina fueron las más perjudicadas, estas, son aquellas que requieren contacto directo con otras personas y por lo tanto inevitablemente con las medidas de confinamiento, fueron afectadas.
De acuerdo con el estudio, al mirar las tasas de ocupación y de participación, la recuperación ha sido muy distinta por sexo. En el último trimestre de 2020, solo cuatro de cada diez mujeres en edad de trabajar tenían un empleo, mientras que para los hombres, el número era un poco mejor, alcanzando los seis de cada diez.
En el mismo periodo, un 33,9% de las mujeres aseguró que la razón principal para no ser parte del mercado laboral tenía relación con tener que realizar trabajo doméstico y de cuidados no remunerados de sus casas, mientras que para los hombres la principal razón es estar estudiando (un 38,4%). Sólo un 1,7% de los hombres que no buscan trabajo lo hacen por razones familiares.
Sin embargo, no todo es color de hormiga. Durante el último trimestre de 2020, la cantidad de personas que aseguraron no buscar empleo por estas razones disminuyó considerablemente y la cosa –aunque hoy no pareciera- debería seguir mejorando.
¿Mi consejo? Estar más preparados que nunca porque todo apunta a que durante 2021 el empleo volverá a niveles pre-covid.