En abril de 2018 empezó a regir la Ley de Inclusión Laboral que obligaba a todas las empresas que tuvieran 200 o más trabajadores, a contar con al menos un 1% de personas en situación de discapacidad entre su dotación.
Esto no quedó ahí, en 2019, la Ley dio un paso más y se extendió a toda empresa que tuviera entre 100 y 199 colaboradores.
Pero ¿cómo hemos avanzado? Revisemos algunos números:
- Desde que empezó a regir esta normativa en 2018 y hasta julio de este año, 3.871 empresas han registrado contratos bajo esta ley, lo que se traduce en 19.506 trabajadores, según datos del Diario Financiero.
- Si desagregamos aún más la información, de acuerdo a cifras de la Dirección del Trabajo, un 64,3% de las personas que han sido contratadas bajo esta ley son hombres, mientras que un 35,7% son mujeres.
- En cuanto a rangos de edad, las personas con discapacidad que tienen entre 41y 59 años, han sido los más contratados representando un 43,5%, lo siguen aquellos que tienen entre 26 y 40 años, con un 33,4%.
- Otro dato, es que aún hay un muy bajo número de extranjeros que están trabajando con contratos conforme a esta ley. Sólo un 2,7% de las personas son extranjeras (530 personas), mientras que un 97,3% son chilenos.
A pesar de que muchas personas han visto congelados sus trabajos en este año difícil, al menos los datos son alentadores y nos indican que vamos en el camino correcto. Porque todos debiésemos tener las mismas oportunidades, sin importar si tenemos alguna discapacidad, somos hombres o mujeres, extranjeros o chilenos entre una larga lista de etcéteras.
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